Ha llegado el momento de pasar a la acción. Conoce más sobre la inflamación tipo 2 para que puedas comunicarte mejor con tu médico sobre cuál es el origen de tu enfermedad.

¿Qué es la inflamación tipo 2?

Todos tenemos algo que llamamos respuesta inmunitaria tipo 2. Cuando tu cuerpo detecta determinados tipos de infecciones, libera células inmunitarias específicas de tipo 2 para luchar contra esos intrusos mediante la inflamación.​

Sin embargo, para algunas personas, las células inmunitarias entran en acción, incluso cuando no existe infección alguna, por lo que terminan causando daños al propio cuerpo. Esto es una respuesta inmunitaria hiperactiva denominada inflamación tipo 2.

Nuevos descubrimientos

Aunque los científicos descubrieron la inflamación tipo 2 en los años 80, cada vez sabemos más acerca de ella. Los científicos han descifrado el papel que juega esta inflamación en distintas enfermedades y están tratando de ver si podría ser el origen de otras muchas.

¿Quién sufre inflamación tipo 2?

La inflamación tipo 2 contribuye a la aparición de distintas enfermedades. Muchas de ellas se definen como “atópicas”, “alérgicas” o “eosinofílicas”. Si vives con una enfermedad inflamatoria tipo 2, tienes más probabilidades de padecer otra, provocada por la misma inflamación.

• Asma
• Dermatitis atópica (DA)
• Pólipos nasales, o rinosinusitis crónica con poliposis nasal (RSCcPN)
• Esofagitis eosinofílica (EoE)
• Alergias alimentarias

Un problema duradero

La inflamación tipo 2 es crónica, lo que significa que siempre está presente en el cuerpo, incluso cuando los síntomas no se sienten ni perciben. Las enfermedades inflamatorias tipo 2 se diagnostican  principalmente en la niñez, pero pueden desarrollarse a cualquier edad, teniendo un impacto en las personas durante años, e incluso durante toda su vida.

Dificultades compartidas

Las personas con distintas enfermedades inflamatorias tipo 2 experimentan dificultades parecidas. Estas experiencias pueden hacer que incluso les resulte difícil realizar las actividades más sencillas del día a día.

Si experimentas estos problemas, es hora de un cambio. Empieza por conocer el origen de tu enfermedad.

    Como los síntomas aparecen y se ocultan de forma impredecible (y afectan al sueño), las enfermedades inflamatorias tipo 2 causan, a menudo, que las personas no puedan acudir a trabajar o al colegio, provocando problemas de productividad.

    “Tener que estar de baja laboral muchos días, afectó mucho mis opciones de tener trabajo. Me aterraba no poder llegar a tener un trabajo indefinido”.

    - Rhiannon, asma, Australia

    Muchas personas con enfermedades inflamatorias tipo 2 lo han pasado mal hasta que se les ha diagnosticado o han encontrado al especialista adecuado, lo que puede hacer aún más largo y difícil el camino hasta llegar al tratamiento adecuado.

    “No recordaba qué se sentía al respirar sin sentir dolor. Se había convertido en algo muy normal para mí”.

    - Rhiannon, asma, Australia

    Los problemas no siempre son físicos. Muchas personas con enfermedades inflamatorias tipo 2 experimentan ansiedad, depresión y una falta general de confianza.

    “Llegó un punto en el que, incluso cuando me sentía bien, empezaba a preocuparme por lo que iba a pasar”.

    - Jeff, asma y RSCcPN, Canadá

    Los sentimientos de vergüenza e incomprensión pueden hacer que las personas con enfermedades inflamatorias tipo 2 se sientan solas y aisladas.

    “Durante mucho tiempo, fui una persona callada e introvertida. Iba a casa y me escondía en mi habitación”.

    - Camille, dermatitis atópica, EE. UU.

    Muchas actividades diarias (hacer deporte, las tareas del hogar, los hobbies, las actividades sociales, etc.) se vuelven cada vez más difíciles, e incluso imposibles, por los síntomas descontrolados de las enfermedades inflamatorias tipo 2.

    “Si no sufriéramos todo esto, podríamos salir a cenar. Se trata de una simple cena, pero para mis hijos, sería algo que nunca han hecho”.

    - Kara, EoE cuidadora, EE. UU.

    A veces la aparición de síntomas no son simples brotes, sino episodios aterradores que pueden poner en riesgo la vida. La hospitalización es un miedo real y puede ocurrir de forma impredecible.

    “Durante dos años y medio me hospitalizaban cada mes aproximadamente. Es una experiencia que te marca profundamente.

    - Amit, asma, Israel

    Dormir bien es fundamental, pero con las enfermedades inflamatorias tipo 2, no siempre es posible. Los síntomas no controlados pueden hacer que resulte difícil para las personas dormir o dormir sin despertarse.

    “No puedo dormir durante toda la noche seguida. Me despierto una vez cada hora. No descanso nada”.

    - Ernie, RSCcPN, EE. UU.

    Algunos tratamientos prescritos para enfermedades inflamatorias tipo 2 pueden ayudar a aliviar los síntomas, como por ejemplo los corticosteroides o los inmunosupresores. Pero a veces, estas opciones provocan efectos adversos a largo plazo.

    Las enfermedades inflamatorias tipo 2 pueden ser muy impredecibles: desde brotes con diversos síntomas hasta ataques que pueden provocar la muerte.

    “No puedo planear algo y estar seguro de que podré hacerlo”.

    - Amelia, RSCcPN, EE. UU.

DETECTAR LA INFLAMACIÓN TIPO 2

Historial familiar

Cuando en una familia hay varias personas que padecen las mismas u otras enfermedades inflamatorias tipo 2, esto podría ser una señal de presencia de inflamación de tipo 2.

La inflamación de tipo 2 podría explicar por qué alguien tiene dermatitis atópica, su madre asma y su tía pólipos nasales.


 

Varias enfermedades

Muchas de las personas con un tipo de enfermedad inflamatoria tipo 2 padecen otra enfermedad debido a la misma inflamación subyacente, lo cual puede resultar increíblemente duro. En ocasiones, se diagnostica primero la enfermedad más grave.

Alrededor del 31% de adultos con dermatitis atópica grave o moderada-grave, tienen también asma, y alrededor del 17% de adultos con asma grave o moderada-grave tienen también pólipos nasales.

Desencadenantes medioambientales

Factores como los alérgenos, el ejercicio, el estrés, el tiempo y los contaminantes pueden provocar inflamación tipo 2 y hacer que los síntomas empeoren.

“He renunciado a irme de vacaciones cuando he pensado que la humedad podría afectar mi capacidad para respirar”.

- Tammy, asma, EE. UU.
 

Pruebas

Elementos como los antecedentes familiares y los factores ambientales son la mejor forma de identificar la inflamación tipo 2, pero para algunas enfermedades, también hay pruebas de diagnóstico científicas.

Si tienes asma, pide a tu médico que te haga pruebas para evaluar tu función pulmonar o análisis de sangre para identificar marcadores sobre el tipo de inflamación que subyace tras tu enfermedad.

AQUÍ ESTÁN LAS RESPUESTAS QUE BUSCABAS

Ha llegado el momento de que disfrutes de más días sintiéndote tú mismo, más allá de tus síntomas. Descubre si la inflamación tipo 2 podría jugar un papel importante en tu enfermedad y averigua cómo comunicarte mejor con tu médico.